También llamada herborismo o fitoterapia, es el estudio de las propiedades y las aplicaciones medicinales de las plantas y sus extractos. Quienes la practican son denominados herboristas o herbolarios.
El
ámbito de la medicina herborista en ocasiones comprende los hongos y los productos obtenidos de las abejas, así como minerales, conchas y ciertas partes animales.
La herbología es el estudio y la utilización de las
plantes con fines terapéuticos o medicinales. Algunas hierbas poseen o pueden
producir gran variedad de sustancias químicas que actúan en el cuerpo. El
ginseng asiático, por ejemplo, puede estimular el sistema inmunológico. Por lo
que se puede utilizar para aumentar la resistencia, mejorar el rendimiento
tanto físico como mental, tratar los síntomas relacionados con la menopausia o
controlar la presión arterial.
Sin duda hay una cierta correlación entre las hierbas medicinales y las medicinas convencionales. De hecho la Organización Mundial de la Salud, estima que alrededor del 25 por ciento de las medicinas prescritas en los EE.UU contienen al menos un ingrediente activo derivado de plantas.
- Utilizar las plantas para recuperar y mantener la salud.
- Aprovechar los principios activos existentes en las plantas.
- Conocer los beneficios de las diferentes flores y plantas para la salud y para la vida.
Características
La utilización de las propiedades curativas de las plantas es una técnica milenaria que sigue siendo utilizada en la elaboración de medicamentos, ya que todavía no ha sido posible crear muchos de los principios activos que contienen de forma natural. Algunas investigaciones han revelado que los principios activos de las plantas, utilizados para fabricar medicamentos, poseen en ocasiones efectos dañinos, que las plantas en sí mismas no tienen. Así pues, se puede suponer que los remedios naturales contienen componentes que contrarrestan los efectos indeseables de sus principios activos.
Las denominadas plantas medicinales son todas las que contienen principios activos que, administrados en correctas dosis, poseen propiedades curativas. Ya en el siglo XVI el médico y naturalista suizo, Paracelso, afirmaba que los prados y las colinas eran las mejores farmacias. El acceso a estos lugares resulta, en la actualidad, más difícil y tampoco poseen la riqueza herbológica de antaño. No obstante, casi siempre es posible crear en nuestro propio hogar una pequeña despensa de hierbas medicinales, así muchas dolencias podremos tratarlas en casa, siempre que las utilicemos con moderación y responsabilidad.
La Herbología la utilizan muchos médicos para tratar enfermedades crónicas y afecciones dérmicas principalmente.
Además de curar o paliar trastornos determinados, la finalidad del tratamiento de Herbología consiste en restaurar la salud y la vitalidad general. Su finalidad es principalmente preventiva, aunque no exclusivamente.
Las comunidades aborígenes existentes en la actualidad, son herederas de conocimientos antiquísimos sobre las aplicaciones medicinales de las plantas, transmitidas oralmente de generación en generación. Las primeras civilizaciones contaban con una alimentación y una medicina muy entrelazadas y muchas de las plantas se ingerían por sus efectos beneficiosos para la salud. Así, en año tres mil a. C. en Egipto se protegía de las epidemias a los constructores de las pirámides dándoles ajo en la comida. Es de esta época de donde proceden los primeros textos sobre el uso medicinal de las plantas.
Posteriormente, los griegos y los romanos nos hicieron llegar sus amplios conocimientos sobre hierbas y plantas medicinales. Asimismo, la civilización india y la china tradicionalmente han basado su medicina en el uso de las plantas. En la actualidad, en China conviven sin problemas la medicina convencional con la tradición herbológica y existen escuelas de fitoterapia y locales especializados de venta de plantas medicinales. En la India actual existe un sistema terapéutico conocido como medicina ayurvédica basado en el uso de plantas medicinales.
La sabiduría herbológica de la Antigüedad se conservó durante la Edad Media en los monasterios, donde los monjes, además de realizar copias de los textos antiguos, cultivaban plantas medicinales para curar enfermedades. Posteriormente, con la llegada de la imprenta, la difusión de estos textos antiguos fue más amplia y la Herbología renació con fuerza, viéndose ampliada además con las conquistas de ultramar y las prácticas curativas de los indígenas americanos, que poseían sus propias técnicas curativas y conocimientos herbológicos basados en las plantas locales.
Así pues, la Herbología europea se enriqueció con las contribuciones de Oriente y la dilatadísima práctica herbolaria del Nuevo Mundo, que proporcionó especies de suma importancia, como la coca o la quina.
Con los avances científicos y tecnológicos del siglo XVII comenzó la práctica de la medicina científica y la tradición herbológica quedó relegada a la práctica de curanderos, especialmente en zonas rurales. Sin embargo, a mediados del siglo XIX aparecieron asociaciones de médicos que defendían el uso racional de remedios vegetales. Esas asociaciones han sobrevivido hasta la actualidad, a pesar de las numerosas presiones de la medicina científica para eliminarlas e incluso, en los últimos tiempos, poco a poco la Herbología ha empezado a recobrar el interés de la medicina convencional y científica.
. Principales
indicaciones:
• Ansiedad
• Artritis
• Cólicos gástricos
• Desintoxicación de órganos internos: hígado, riñón,…
• Dolores de cabeza
• Estrés
• Fatiga física y mental
• Fiebre
• Gastritis
• Heridas
• Inflamaciones
• Insomnio
• Migrañas
• Patologías comunes
• Problemas dermatológicos
• Trastornos crónicos
• Virus, hongos y bacterias
Contraindicaciones:
Al igual que cualquier medicamento, las plantas medicinales
poseen un principio activo, que tomado sin control y en exceso puede provocar
reacciones adversas, pero, administrado con conocimiento y adecuadamente, sólo
puede producir beneficios en nuestra salud.
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