domingo, 20 de noviembre de 2016

Tratamiento casero para la Deshidratación


La Deshidratación es la pérdida del agua de constitución de los tejidos, que puede incluir pérdida de los electrólitos intracelulares con alteración de la membrana celular.

Cada persona se ve obligada a reponer diariamente sus pérdidas de agua orgánica si quiere mantener sus procesos vitales dentro de la normalidad. No debe olvidarse que un adulto de unos 70 kg de peso pierde, en condiciones normales, casi 2 litros de agua cada día a través de la orina, las heces, el sudor y el aire espirado. A su vez, el organismo se abastece de agua por la ingestión de líquidos, por los alimentos sólidos y por el agua liberada en los procesos metabólicos.

Síntomas:

Los síntomas principales son resequedad de la piel y pérdida del tono muscular (signo del trapo mojado) al estirar la piel esta no regresa a su lugar inmediatamente; resequedad de mucosas y glándulas, no hay lagrimas ni saliva (lengua Blanquecina), no hay orina (oliguria), y a nivel del sistema nervioso se nota cierto grado de obnubilación (sopor, irritabilidad e intranquilidad), dificultad para concentrarse.

La deshidratación puede ser fatal, especialmente cuando afecta a niños menores, pues la pérdida de líquidos y minerales, incluyendo sodio y potasio, puede conducir rápidamente a la muerte.

Tratamiento:

Cabe destacar que esto es un caso de emergencia y debe ser trasladado a un centro hospitalario, pero mientras llega la ayuda puede recurrir a este tratamiento casero:

Arroz: Agua de arroz por vía oral.

Coco: Agua de coco, por vía oral.

Naranjo Dulce: jugo de las frutas, por vía oral, lo que tolere el enfermo.

Sandía: Consumir 2 o más rebanadas ya que es altamente hidratante.

También se recomienda Plátano, melón, fresas y pepino.


Recomendaciones

Tomar agua aunque no se tenga sed. Consumir, durante el verano; hasta tres litros de agua al día (es mejor hacerlo gradualmente, aunque no se tenga sensación de sed, que en dos o tres tomas. Es importante saber que, a través del sudor, se pueden llegar a perder de uno a dos litros por hora, sobre todo si se está realizando un esfuerzo físico.

Tomar otros líquido como jugos y sopas, pero evitar, a la vez, la ingesta de bebidas alcohólica y gaseosas que causan una pérdida de agua.

No realizar esfuerzos en las horas más calourosas.  Si no se tiene más remedio  que realizarlos, se aconseja llevar el cuerpo cubierto en la medida de lo posible y beber abundante líquido durante el esfuerzo.

Evitar las bebidas congeladas No es aconsejable consumir bebidas muy frías: pueden producir calambres en el estómago.

Tener cuidado al estar dentro de un coche. Dentro de un automóvil la temperatura aumenta considerablemente (en un día de mucho calor puede llegar, incluso, a los 100 °C). A la hora de conducir, hazlo con las ventanas abiertas o con el aire acondicionado a una temperatura adecuada y no permitir que nadie se quede dentro de él si paras en una zona soleada.




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