Sus
hojas son destinadas a la alimentación, y se utilizan como la espinaca, pero
tienen un sabor más fuerte.
Sus
hojas deben ser cocinadas antes de ser consumidas, ya que crudas contienen
glucósidos tóxicos.
Propiedades Curativas:
- La chaya es más rica en hierro que la espinaca, y es una buena fuente de potasio y calcio. Además, la hoja de chaya es rica en proteínas, fibra, vitamina C y caroteno, y proporciona estos nutrientes en niveles que son tres veces mayores que los que se encuentran en la mayoría de los vegetales de hoja verde.
- Es excelente en tratamientos para bajar de peso.
- Normaliza la presión arterial.
- Mejora la circulación de la sangre.
- Buena para aumentar el calcio, recomendable en tratamientos para la osteoporosis.
- Se afirma que su contenido medicinal es beneficioso para enfermedades del cerebro, artritis y diabetes.
- Buena para una mejor digestión, combate el estreñimiento.
- Mejora la visión.
- Desinflama las venas y hemorroides.
- Ayuda a la expulsión de orina.
- Baja el nivel de colesterol y ácido úrico.
- Previene la tos, descongestiona y desinfecta los pulmones.
- Previene la anemia.
- Mejora la memoria y las funciones del cerebro.
- Cura las infecciones de la garganta, enfermedades de la piel, dientes, encías y la lengua.
- A los niños los ayuda en el crecimiento y desarrollo de huesos y músculos,
- A las mujeres les da fuerza y mejora los síntomas de la menstruación.
- El consumo de esta planta traerá grandes beneficios, tanto como la moringa.
Preparación:
·
Para dolores en el cuerpo, no produce efectos
secundarios si se toma con precaución: De dos a seis hojas diarias, cocinadas.
·
El té de las hojas de esta planta recupera
la energía, tiene efectos desestresantes, pues contiene vitaminas A y B,
fósforo, calcio, hierro, proteínas y minerales.
·
Solo cocer como 10 minutos y tomarlo como
infusión o te, y también la pueden agregar a las ensaladas o comidas al
cocinar.
Contraindicaciones:
Las hojas crudas de la chaya contienen una sustancia similar al cianuro. Por esta razón, se debe cocinar antes de consumirla, con lo que se desactivan sus componentes tóxicos.
Algunas
variedades poseen en sus hojas unos pelos urticantes que pueden requerir el uso
de guantes para su recolección. La cocción los inactiva.
NOTA: No se recomienda
cocinar la chaya en trastes de aluminio, pues produce una reacción tóxica
provocando diarrea. Es mejor utilizar trastes de barro, peltre, vidrio, etc.
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